Introducción:
Estamos adentrándonos en la narración de la preparación de Jesús a su ministerio. Es muy importante que nos fijemos en los diversos escenarios en los que se desarrolla la preparación de Jesús para su ministerio. Así mismo, analicemos la importancia de este momento en la vida de Jesús, y sobre todo, la importancia de nuestro bautismo y su importancia en nuestra vida diaria de cristianos.
Galilea:
La actividad de Jesús se desarrolla en Galilea y sus alrededores incluyendo tierras paganas, después pasa por Perea y Jericó llega a Jerusalén.
Recordemos que Galilea fue muy importante en el desarrollo de la misión de Jesús. De ahí fueron sus primeros discípulos, en Galilea predicó y realizó milagros. De Galilea partió a Jerusalén donde terminó su misión.
En este contexto, Marcos narra los acontecimientos a fin de fortalecer la fe de los cristianos de Roma que enfrentan la persecución y la amenaza. Su lenguaje, el griego común (koiné, lengua griega común), es discreto y eficaz. Utiliza los números, “en seguida”, “nuevamente”, “y”. Presenta a Jesús directamente y sin rodeos.
Para la meditación de este pasaje y siguientes, utilizaré de nuevo el sistema de VER, JUZGAR, ACTUAR. Además, e iré añadiendo comentarios de personajes y escritores importantes de la Iglesia como el monje Venerable Beda, San Jerónimo, San Juan Crisóstomo, San Agustín, Santo Tomás Aquino y otros.
El Bautismo de Jesús
“Y sucedió que por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. En cuanto salió del agua vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en forma de paloma, bajaba a él. Y se oyó una voz que venía de los cielos: «Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.» (Biblia de Jerusalén, Marcos 1, 9-11)
Ver:
De nuevo haremos una relectura y trataremos de ser espectadores de primera fila a este acontecimiento tan especial. Jesús baja de Nazaret, una población situada en un valle de las montañas bajas entre Caná y Naín, con una situación geográfica importante ya que se encontraba a medio camino entre el Mediterráneo y el mar de Galilea. [Fuente](https://buscandoajesus.wordpress.com/articulos/como-fue-nazaret-en-tiempos-de-jesus/)
El Río Jordán:
El río Jordán desempeñó un papel significativo en la vida de los judíos durante la época de Jesús. Originado en el Monte Hermón y desembocando en el Mar Muerto, este río era la principal fuente de agua dulce en la región y se menciona con frecuencia en el Antiguo Testamento.
En la historia bíblica, el río Jordán fue el punto de entrada de los israelitas a la Tierra Prometida, marcando un momento crucial en la narrativa de la liberación y la promesa divina. Además, este río tuvo un papel importante en las vidas de profetas como Elías y Eliseo, quienes realizaron actos milagrosos en sus aguas, simbolizando la presencia y el poder de Dios en la historia del pueblo judío.
En el Nuevo Testamento, el río Jordán conserva su importancia espiritual al ser el lugar donde Juan el Bautista predicaba y bautizaba a aquellos que buscaban arrepentimiento y renovación espiritual. Para Jesús, el acto de ser bautizado en el río Jordán representó un momento crucial de preparación para su ministerio público, simbolizando su identificación con la humanidad y su compromiso con la voluntad divina.
Punto de Partida en la Vida Pública de Jesús
Ahora bien, Jesús llega al río Jordán como una persona desconocida y no relacionada con los grupos religiosos de su tiempo: sacerdotes, fariseos, saduceos. Además, está a punto de dar un paso importante en su vida dejando la tierra en donde creció y tenía amistades a un mundo diverso y adverso a los advenedizos. Marcos es escueto en su narración, pero, no deja pasar datos muy importantes para Jesús al iniciar su misión.
Muchas veces en nuestras comunidades sucede lo mismo. Llegas a una nueva comunidad parroquial con muchos deseos de participar y colaborar en la pastoral y te encuentras con personas que por su antigüedad ven en ti un rival y no permiten que te integres. Lo correcto sería conocer los dones y capacidades de los nuevos integrantes y animarlos, apoyarlos y si es necesario prepararlos para que puedan aportar y desarrollar sus dones al máximo.
Juzgar:
Los Padres de la Iglesia desglosan este párrafo de una manera muy peculiar: San Jerónimo inicia su hermenéutica comparando la expresión de Marcos (“y sucedió”) a una abeja gustosa en medio de un prado lleno de flores. Continúa dejando ver en la acción del Espíritu Santo ungiendo a Jesús descendiendo sobre él. Además, hace alusión a los efectos del bautismo de la Iglesia en donde somos ungidos por el Espíritu Santo y somos declarados hijos amados del Padre. (Comentarios al Evangelio de San Marcos, Santo Tomás de Aquino, Ivory Falls Books, p. 12)
En lo humano, podemos comparar esta complacencia del Padre en Jesús, como una necesidad humana que le llenará de fuerza y energía para soportar las persecuciones y rechazos que finalizarán con su pasión y muerte. Todos nosotros como seres humanos, necesitamos del apoyo de nuestros padres a lo largo de nuestra vida, sobre todo en los momentos difíciles que se nos presentan.
Importancia del Apoyo Humano en Nuestras Vidas
Este apoyo es de gran importancia y puede ser el factor que nos lleve al éxito o al fracaso. También es muy necesario sobre todo cuando lo que el hijo desea puede ser diferente a los planes de los padres.
Como bautizados y ungidos como sacerdotes, profetas y reyes, debemos sentirnos orgullosos tanto de pertenecer al Cuerpo Místico de Cristo, como ser hijos del Eterno Padre. Desgraciadamente, la mayoría de los bautizados no son conscientes de tal dignidad y muchas veces se sienten avergonzados de pertenecer a la Iglesia o por lo menos se muestran indiferentes.
Actuar:
Para hacer nuestro este pasaje, debemos apropiarnos de las palabras “Este es mi hijo/hija muy amada”. Es decir, por el bautismo somos injertados en el cuerpo místico de Cristo y nos identificamos con Cristo. Por lo tanto, el Padre es nuestro Padre y lo repetimos constantemente en la oración del Padre Nuestro.
Si creemos que Dios es nuestro Padre, es nuestra obligación filial vivir nuestra vida y actuar en cada momento como “hijos amados del Padre”. Y de la misma manera que deseamos complacer los deseos de nuestros padres naturales cuando los amamos de verdad, así debería ser nuestro deseo diario, el complacer a nuestro Padre Celestial cumpliendo los mandamientos y sobre todo lo que Jesús vino a enseñarnos, “amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos”.
Para ello, podemos iniciar nuestro cambio:
1. Orando diariamente al Padre, para que nos conceda experimentar su amor y su apoyo. Recordemos que la oración personal es el mejor medio de comunicación con Dios después de los Sacramentos, especialmente la Eucaristía.
2. Mostrar interés por tus hijos, nietos, familiares buscando la manera de apoyarlos en sus deseos, ilusiones y descubriendo sus virtudes, habilidades, debilidades. Tu “Iglesia Doméstica” es importante y al interesarte por sus miembros, no necesitas predicar con las palabras porque lo estás haciendo con las obras.
3. Estar atentos a las necesidades de los demás y escucharlos y tratarlos como a verdaderos hijos de Dios sin importar su raza, religión, inclinaciones políticas y sociales.
Reflexiones Finales:
¿Crees realmente que Dios es tu Padre y te ama incondicionalmente?
¿Hay algo que hubieras deseado hacer y no te lo permitieron?
¿Tienes algún hijo, hija, nieto, nieta, sobrino, sobrina, ahijado o ahijada que necesita tu ayuda y apoyo emocional?
¿Les das una muestra de amor físico como un beso o abrazo a tus hijos?
Espero que esta reflexión te haya ayudado y me gustaría que me lo comunicaras y compartieras este escrito con alguna persona. Agradeceré grandemente tus comentarios.
Que Dios nos bendiga a todos.
Fuentes del Artículo:
– Catena Aurea, Comentarios al Evangelio, San Marcos, Santo Tomás de Aquino, Ivory Falls Books, 2016
– Biblia de Jerusalén, Editorial Desclée, 1992


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