Marcos 1, 29 – 31
Cuando salió de la sinagoga se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama y le hablan de ella. “Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se suso a servirles.
Ver
Al salir de la sinagoga, Jesús, acompañado de dos de sus discípulos, se dirige a la casa de Simón y Andrés, que aparentemente se encuentra cerca del lugar de culto. Estos cuatro discípulos ya son familiares para Jesús, lo que sugiere un ambiente de confianza y cercanía. Es probable que busquen un momento de descanso tras la intensa actividad en la sinagoga.
La suegra de Pedro, como muchas mujeres de su tiempo, asumía la responsabilidad de atender a los invitados. Sin embargo, en esta ocasión, se encuentra indispuesta debido a una fiebre. Es interesante notar que, a pesar de su cercanía con Jesús y su conocimiento de su poder, los discípulos no le piden que realice un milagro. La ausencia de la figura femenina en la casa, que tradicionalmente se encargaba de la hospitalidad, podría haber llevado a los discípulos a sentirse incapaces de atender adecuadamente a Jesús y a sus compañeros.
A pesar de que no hay una petición explícita por parte de los discípulos, Jesús se acerca a la mujer y la sana. Este acto de compasión no solo muestra el poder de Jesús, sino también su disposición a atender las necesidades de aquellos que lo rodean, incluso sin que se le solicite. La respuesta de la suegra de Pedro es igualmente significativa: al levantarse y comenzar a servir, ella no solo muestra gratitud, sino que también se convierte en un ejemplo de servicio y dedicación.
Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué nos enseña la acción de Jesús al sanar a la suegra de Pedro sin que se le pida ayuda?
2. ¿Cómo influye la figura femenina en el contexto del hogar y la hospitalidad en la narrativa del Evangelio?
3. ¿Qué significado tiene el acto de levantarse y servir por parte de la suegra de Pedro en relación con el servicio a los demás?
4. ¿De qué manera la cercanía de los discípulos a Jesús afecta su respuesta ante la necesidad de la suegra de Pedro?
5. ¿Qué podemos aprender sobre la compasión y la atención a las necesidades de los demás a partir de este pasaje?
Juzgar
Al reflexionar sobre el pasaje de la sanación de la suegra de Pedro, es enriquecedor considerar las interpretaciones de los Santos Padres de la Iglesia. Estos teólogos y líderes espirituales de los primeros siglos del cristianismo ofrecieron profundas reflexiones que nos ayudan a comprender mejor el significado de este milagro en el contexto de la fe y la vida cristiana. A través de sus comentarios, podemos ver cómo la sanación de la suegra de Pedro no solo es un acto de compasión, sino también un símbolo de la restauración integral del ser humano.

En el Evangelio de Lucas se lee que le rogaron por ella (Lc 4, 38). “Por esto cura cuando se le ruega. Continúa pues: Y acercándose la levantó trayéndola de la mano¨.
San Beda analiza el pasaje y lo compara con el de Lucas 4, 38, donde los discípulos le ruegan a Jesús que sane a la suegra de Pedro. Este detalle resalta una característica fundamental de Jesús: su disposición a escuchar los ruegos de sus fieles y a sanar nuestras dolencias. La sanación de la suegra de Pedro es tan poderosa que, a pesar de haber estado en cama, ella se siente lo suficientemente fortalecida como para comenzar a servir a sus invitados de inmediato.
Comparaciones de San Beda
“Si dijéremos que el varón librado del demonio significa el ánimo purificado moralmente de todo pensamiento inmundo, habremos de decir que la mujer curada de la fiebre a la voz del Señor significa la carne preservada del fuego de la concupiscencia por los preceptos de la continencia”. (Catena Aurea Comentarios al Evangelio de San Marcos p. 23)
San Beda también establece una comparación entre esta sanación y la liberación del hombre poseído por un demonio. Esto sugiere que la sanación de la mujer representa no solo una restauración física, sino también un símbolo de sanación espiritual y mental. Mientras que el hombre liberado del demonio representa la liberación del mal, la mujer es sanada de su dolencia física y de la concupiscencia a través de la continencia.
Por su parte, Teófilo atribuye la fiebre a una manifestación de la ira. Al ser liberada de ella, la mujer se levanta inmediatamente para servir. Esta interpretación sugiere que la sanación no solo es física, sino que también implica una transformación interna. En contraste, San Jerónimo compara la fiebre con la incontinencia, de la que los hijos de Dios son liberados a través de la templanza. Esta perspectiva nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras propias dolencias pueden estar conectadas con aspectos más profundos de nuestra vida espiritual y emocional.
Preguntas de reflexión:
1. ¿Qué nos enseña la respuesta de Jesús a los ruegos de sus discípulos sobre la importancia de la intercesión en nuestra vida de fe?
2. ¿Cómo podemos entender la sanación de la suegra de Pedro como un símbolo de la restauración integral del ser humano?
3. ¿De qué manera la fiebre, como manifestación de la ira o incontinencia, puede reflejar nuestras propias luchas internas?
4. ¿Qué papel juega el servicio a los demás en nuestra propia sanación y bienestar espiritual?
5. ¿Cómo podemos aplicar las enseñanzas de este pasaje en nuestra vida cotidiana, especialmente en momentos de dificultad o enfermedad?

Retiro de Pentecostés
¿Qué nos enseña este pasaje?
Las enseñanzas de Jesús, su cercanía a través de los sacramentos y el servicio a la comunidad nos liberan de muchas enfermedades y angustias, tanto espirituales como psicológicas y corporales. La oración y la fe con las que nos acercamos al Señor en momentos de angustia son fundamentales. A menudo, nuestro regreso a la casa del Padre, de la que quizás nos hemos alejado a lo largo de los años, nos libera de aquello que nos aflige.
Es cierto que la sanación no siempre es instantánea, como las que se describen en los relatos evangélicos. Sin embargo, la experiencia nos enseña que hay momentos y necesidades que, aunque parecen no tener solución, pueden transformarse. En un instante determinado, lo que nos pesaba puede desaparecer, y encontramos la capacidad de comenzar de nuevo, esta vez con una renovada sensación de alivio y esperanza.
Anécdota de Sanación
Durante mis 30 años de servicio a la comunidad, fui testigo de numerosas sanaciones físicas y psicológicas. Quiero compartir una experiencia particular: la sanación de una joven diagnosticada con cáncer de hueso.

Retiro de Iniciación
La Llegada
En el segundo día de un retiro de iniciación carismática, una madre y su hija de 15 años llegaron buscando al sacerdote. La madre, visiblemente angustiada, compartió que a su hija le habían diagnosticado cáncer en el fémur y que la única opción era amputar la pierna. La desesperación era palpable.
La Oración de Intercesión
A pesar de estar ocupada dirigiendo el retiro, sentí la necesidad de intervenir. Pedí a una servidora que las llevara al grupo de intercesión, donde un grupo de personas oraba frente al Santísimo Sacramento por las necesidades de los asistentes. Oramos no solo por la sanación de la joven, sino también por la paz y resignación de su madre. A medida que orábamos, la madre comenzó a calmarse y la expresión de la chica se relajó.
El Proceso de Sanación
Invitamos a la familia a unirse a nuestro grupo de oración semanal. A pesar de las dificultades del tratamiento, continuamos orando por ellas. En una de nuestras reuniones, la joven, ahora de 16 años y con muletas, compartió su testimonio: había sido dada de alta y no necesitaba amputación, solo un pequeño recorte de hueso. La comunidad se llenó de gratitud hacia Dios.
La Gracia de Dios
A pesar de que los médicos habían advertido que podría no tener hijos, la joven hoy está felizmente casada y tiene hijos. Sus padres, agradecidos, sirven en la comunidad, organizando un grupo de oración en línea para aquellos que necesitan apoyo.

Retiro de Comunidades
Reflexión Final
Esta experiencia me recuerda que el agradecimiento es un signo de un corazón noble. Aunque no todos los sanados regresan a dar gracias, esta familia se ha mantenido activa en su fe y en la comunidad. Cada vez que regreso a esa ciudad, me reciben con calidez y amistad, recordándome el poder de la oración y la importancia de la comunidad en momentos de necesidad.
Preguntas de Reflexión
1. ¿Cómo ha influido la oración en tu vida o en la vida de alguien cercano a ti?
Reflexiona sobre momentos en los que la oración ha traído paz o sanación en situaciones difíciles.
2. ¿Qué papel juega la comunidad en tu proceso de sanación y crecimiento espiritual?
Considera cómo el apoyo de otros ha impactado tu vida y tu fe.
3. ¿Has experimentado alguna vez la desesperación similar a la de la madre en la anécdota?
Piensa en cómo enfrentaste esos momentos y qué aprendiste de ellos.
4. ¿De qué manera puedes contribuir a la comunidad de fe para ayudar a otros en sus momentos de necesidad?
Reflexiona sobre cómo puedes ser un instrumento de apoyo y oración para quienes están pasando por dificultades.
5. ¿Qué significa para ti el agradecimiento en el contexto de la fe y la sanación?
Considera cómo el agradecimiento puede transformar tu perspectiva y tu relación con Dios y con los demás.
Actuar
Dios está presente en nuestras vidas, y muchas veces las soluciones a nuestros problemas están más cerca de lo que pensamos. No requieren grandes sacrificios, solo una actitud de fe, esperanza y humildad. En momentos de enfermedad, tensión o dificultades, es fundamental recordar que no necesitamos recurrir a brujos ni santeros que solo buscan vaciar nuestros bolsillos sin ofrecer verdaderas soluciones.
La Iglesia Católica siempre está abierta para quienes la necesitan. La oración es un recurso gratuito, y hay muchas personas generosas dispuestas a ofrecer su tiempo y apoyo.

Iglesia de San Juan de Dios
Volver a la Casa del Padre
Regresar a la casa del Padre no tiene costo alguno. Solo necesitas tener fe y creer que Dios, como un amoroso Padre, extiende sus brazos para acogerte y ayudarte en tus necesidades.
¿Qué Puedes Hacer?
1. Ora con sencillez y humildad, pidiendo con fe.
2. Busca ayuda espiritual de personas que puedan acompañarte en tu necesidad a través de la oración.
3. Aléjate de los charlatanes que solo buscan tu dinero y no ofrecen verdaderas soluciones.
4. Escucha y sigue las indicaciones de los médicos si enfrentas problemas de salud.
5. Ora con constancia, intensamente y medita la Palabra de Dios; allí encontrarás luz para enfrentar cualquier desafío.
6. No pierdas la fe ni la esperanza; recuerda que el sol siempre vuelve a salir después de una tormenta.
Preguntas de Reflexión
1. ¿Qué pasos concretos puedes dar hoy para acercarte más a Dios en momentos de dificultad?
2. ¿Quién en tu vida podría beneficiarse de tu apoyo espiritual y oración?
3. ¿Cómo puedes discernir entre las verdaderas fuentes de ayuda y aquellas que solo buscan aprovecharse de tu vulnerabilidad?
4. ¿Qué versículo de la Biblia te inspira a mantener la fe y la esperanza en tiempos difíciles?
5. ¿Cómo puedes ser un instrumento de paz y esperanza para otros en tu comunidad?
Conclusión
En momentos de enfermedad, tensión o dificultad, es vital recordar que nunca estamos solos. Dios está siempre presente, extendiendo sus brazos amorosos hacia nosotros, listo para acogernos y guiarnos. La fe, la oración y el apoyo de nuestra comunidad son herramientas poderosas que nos permiten enfrentar cualquier desafío con valentía y esperanza.
Te invito a que tomes acción hoy mismo. Ora con sinceridad, busca el apoyo de aquellos que te rodean y mantén tu corazón abierto a las soluciones que Dios tiene para ti. Aléjate de las distracciones y de quienes solo buscan aprovecharse de tu vulnerabilidad. En su lugar, enfócate en la luz que emana de la Palabra de Dios y en la fuerza que se encuentra en la comunidad de fe.
Recuerda: el sol siempre vuelve a salir después de la tormenta. No pierdas la fe ni la esperanza, porque cada día es una nueva oportunidad para experimentar la bondad de Dios en tu vida.
Te animo a unirte a mi blog, donde comparto más reflexiones y recursos para fortalecer nuestra fe y difundir la palabra de Dios. Juntos, podemos ser faros de luz y esperanza en un mundo que a menudo se siente oscuro. ¡Comparte este mensaje y ayúdanos a llevar la esperanza a más corazones!

Fuentes del Artículo
Comentario al Evangelio de San Marcos, Juan Mateos S.J. Centro de Reflexión Teológica, 1990
La Noticia de Jesús Según San Marcos, Luis Mosconi, Ediciones Dabar, 1990
Santo Tomás de Aquino, Catena Aurea, Comentarios al Evangelio de San Marcos
El Evangelio Según San Marcos, Salvador Carrillo Alday


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