Marcos 1, 35 – 39

De madrugada, cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se puso a hacer oración. Simón y sus compañeros fueron en su busca; al encontrarle, le dicen: «Todos te buscan.» Él les dice: «Vayamos a otra parte, a los pueblos vecinos, para que también allí predique; pues para eso he salido.» Y recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.

Introducción: El Mensaje del Evangelio

En este artículo, exploraremos el Evangelio de San Marcos, conocido como “el de las maravillas”, que nos presenta los rasgos humano-divinos de Jesús. En el pasaje de hoy, Marcos 1, 35-39, se nos introduce en el proceso de instauración del Reino a través del “secreto mesiánico”. Utilizaremos el método de la Iglesia Católica para meditar las Sagradas Escrituras: VER (lo que el escritor sagrado ha querido comunicar), JUZGAR (lo que esto quiere decir en nuestro tiempo) y ACTUAR (cómo aplicar el mensaje en nuestra vida).

 La Meditación Ignaciana: Un Camino de Reflexión

La meditación ignaciana, basada en los ejercicios espirituales de San Ignacio de Loyola, se centra en la contemplación y la reflexión para profundizar en nuestra relación personal con Dios. A continuación, se describen los pasos básicos de la meditación ignaciana:

1. Preparación: Encuentra un lugar tranquilo y cómodo donde puedas meditar sin distracciones. Tómate un momento para calmar tu mente y cuerpo. Puedes hacer una breve oración pidiendo la ayuda del Espíritu Santo.

2. Invocación: Comienza la meditación invocando la presencia de Dios. Puedes hacerlo con una oración breve, pidiendo claridad y apertura para recibir lo que Dios quiere comunicarte:

   > “Os adoro, Dios mío, con todo el afecto de mi alma, y os pido gracia para que todas mis intenciones, acciones y operaciones sean puramente ordenadas en servicio y alabanza de vuestra divina majestad”.

3. Lectura del texto: Escoge un pasaje de la Biblia o un texto espiritual que quieras meditar. Léelo atentamente, permitiendo que las palabras resuenen en tu corazón. Hoy nos introduciremos en el pasaje de Marcos 1, 35-39. San Ignacio nos habla de la “composición del lugar”, es decir, una vez que hemos leído el texto, debemos introducirnos en el pasaje no como simples espectadores, sino como participantes activos.

4. Reflexión: Reflexiona sobre el texto. Pregúntate qué te dice Dios a través de él. Considera preguntas como: ¿Qué me llama la atención? ¿Qué emociones surgen en mí? ¿Qué me invita a hacer o cambiar en mi vida? Aplicando esto al texto de Marcos, imaginemos que estamos acompañando a Jesús y a los discípulos. Es de madrugada y aún los rayos del sol apenas se vislumbran en el horizonte. Sintamos la brisa de la mañana, el olor de la yerba húmeda por el rocío, quizás algún gallo anunciando que es hora de empezar las labores, perros ladrando al sentir el movimiento de extraños.

5. Contemplación: Imagina la escena del pasaje. Visualiza a los personajes, el entorno y los sentimientos. Permítete entrar en la historia y experimentar lo que sucede. Visualiza a los discípulos que comienzan a incorporarse y, un poco alejado del resto, a Jesús en actitud de oración.

6. Diálogo con Dios: Habla con Dios sobre tus pensamientos, sentimientos y reflexiones. Expresa tus dudas, agradecimientos o cualquier otra cosa que surja en tu corazón.

7. Resolución: Al final de la meditación, considera cómo puedes aplicar lo que has aprendido en tu vida diaria. Haz un compromiso o resolución que te ayude a vivir de acuerdo con lo que has meditado.

8. Cierre: Termina con una oración de agradecimiento, pidiendo la gracia de vivir lo que has reflexionado y meditado.

La Transformación Espiritual a Través de la Meditación

En mis más de 30 años como maestra de religión, he utilizado este método con mis alumnos de 11 a 14 años. Me sorprendió ver cómo eran capaces de adentrarse en la meditación. Sus comentarios eran siempre extraordinarios, compartiendo experiencias espirituales profundas y significativas. De hecho, constantemente me pedían que incluyera la meditación en nuestras clases de religión al menos una o dos veces al mes. Esta práctica no solo enriquecía su comprensión de la fe, sino que también fomentaba un ambiente de reflexión y conexión con Dios.

Testimonio Vivencial de mis Alumnos

Hablando con mis alumnos sobre sus experiencias espirituales después de las meditaciones, me comunicaban que: “Vi a Jesús que se me acercaba y me abrazaba y me escuchaba todo lo que yo le decía de mis problemas en casa. Me consoló y me sonrió.” El chico terminó bañado en lágrimas. Otros me comentaban cómo habían escuchado pájaros cantando y, sobre todo, que se sentían inundados de paz y que sus miedos se habían desvanecido. Puedo asegurar que no era solo imaginación, porque su comportamiento iba modificándose poco a poco y se iban convirtiendo en chicos más maduros que gustaban de asistir a la misa. Les encantaba participar en las actividades del Comité Estudiantil de Religión, como el rezo del rosario durante el mes de octubre, el rosario viviente del 7 de octubre, el programa musical de Navidad, la participación en el Vía Crucis los viernes de Cuaresma, y el culmen de todo, el Vía Crucis Viviente el Viernes Santo.

Cada año, la asistencia de los feligreses al Vía Crucis fue aumentando. Sobre todo, la asistencia de los exalumnos a esta devoción era notable. Al finalizar el Vía Crucis, venían mis exalumnos a saludarme y a comentar: “¡Recuerda que yo hice tal papel cuando estaba aquí en la escuela!” Todos, hombres y mujeres, algunos ya universitarios, demostraban su orgullo de haber participado en alguna de las actividades litúrgicas en su adolescencia.

Via Crucis Viviente del Viernes Santo

 Reflexión Final: La Oración en Nuestra Vida

Este pasaje nos invita a considerar la importancia de la oración y la soledad en nuestra vida espiritual. Jesús, a pesar de ser buscado por muchos, prioriza su conexión con el Padre. En un mundo lleno de distracciones, ¿Como podemos encontrar nuestro propio “lugar solitario” para orar y reflexionar? ¿Qué pasos concretos podemos dar para integrar la oración en nuestra rutina diaria? Reflexiona sobre esto y considera cómo puedes hacer de la oración una prioridad en tu vida.

 Invitación a Propagar el Reino: Un Llamado a la Acción

Te invitamos a unirte a esta misión de propagar el Reino de Dios. Comparte este artículo con amigos, familiares y en tus redes sociales. Al hacerlo, no solo estás contribuyendo a la difusión de un mensaje de esperanza y fe, sino que también estás alentando a otros a reflexionar sobre su propia vida espiritual y a tomar acción en su camino hacia Dios.

Retiro Cuaresmal

Cada uno de nosotros tiene un papel que desempeñar en la construcción de un mundo mejor. Juntos, podemos ser agentes de cambio, llevando el amor y la verdad de Cristo a todos los rincones de nuestra sociedad. ¡Actuemos hoy y seamos luz en medio de la oscuridad!

 Invitación a Compartir Experiencias: Construyendo Comunidad

Nos encantaría conocer tus experiencias y reflexiones sobre cómo aplicas la regla del “tanto cuanto” en tu vida diaria. ¿Has encontrado formas creativas de actuar en tu fe? ¿Qué cambios has realizado en tu rutina que te han acercado más a Dios y a tu comunidad? Te invitamos a compartir tus historias y aprendizajes en los comentarios. Juntos, podemos inspirarnos mutuamente y construir una comunidad más fuerte en nuestra búsqueda de vivir plenamente en la fe. ¡Esperamos tus aportes!

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